martes, marzo 07, 2006

El acto de cambiar de perfume


Cambié de perfume y eso es terrible porque huelo todo el rato mi maldito aroma nuevo y eso es lo mismo que estar todo el tiempo con la conciencia despierta de mi propia existencia, es como andar con un espejo en cada paso: cada vez que muevo un poco mi cabeza, que me agacho para recojer un lápiz, que busco un encendedor, que pongo un cd, que me rasco la nariz, que respiro, que existo.


Me muevo un centímetro y es inevitable que piense: wow, aquì estoy otra vez.



Y eso no es todo, además...